Reflexiones sobre la globalización

Yo se que el concepto esta sumamente trillado. De hecho creo que el concepto consumado noventero por excelencia es “La globalización”. Término polémico que hace que los conservadores de la izquierda brinquen y que ha desarrollado una red transnacional de intereses específicos.

Nunca me imaginé vivir en persona el impacto de este concepto de la manera en que lo hago. Sin duda en el pasado reflexionaba acerca de la globalización y congratulaba los avances tecnológicos que la sostienen -Internet.

Tengo ya 2 años que soy parte de una red internacional muy activa. Los beneficios de la tecnología permiten, por ejemplo, conversaciones entre personas de 15 países al mismo tiempo. La sensación de participar en una de estas conferencias, sobre todo estando libre de los prejuicios de la izquierda conservadora -y con la conciencia elevada al ser un Wirikutero- es increíble. La misma sensación se tiene cuando en una semana se visitan 4 países con diferentes sociedades y en cada una de ellas se encuentran similitudes específicas de comunicación.

Si bien la globalización afecta nuestras vidas profundamente cambiando hábitos, homogeneizando prácticas y conceptos, transformando y destruyendo al planeta, la solución se encuentra en el problema mismo. La globalización no es Mala y significa una oportunidad para equilibrar los derechos de las personas en diferentes latitudes a través de la crítica constructiva y global.

Miremos lo que está pasando en los países musulmanes. Dictaduras férreas de décadas, explotación infantil, denigración de la mujer. Con la llegada de la globalización, estas sociedades han tenido oportunidad de conocer los principios de igualdad. Estos conceptos van en paralelo a la destrucción del hábitat, el capitalismo rampante y el empobrecimiento de naciones.

Debemos ser suficientemente críticos para entender el concepto y sacar lo mejor de cada situación que se presente. El principal objetivo en la vida es ser feliz, así que sigamos viviendo, conviviendo y compartiendo, sigamos midiendo el impacto de nuestras acciones y maximicemos nuestra calidad de vida en la tierra

A 30 grados F se conservan las ideas

Es verdad que cuando uno se encuentra en temperaturas donde el agua se congela, el cerebro tiende a estar en total alerta. Sin embargo, en el momento en el que el calor se escapa del cuerpo hipotérmico, la concentración y enfoque desaparecen y es cuando la soñolencia se adueña de uno. Afortunadamente este es un caso positivo. En el Westin de Seattle se toman MUY en serio lo del cambio climático. En la calle estamos a 35 Farenheit y en el interior a 40. Tengo puesto mi abrigo en un meeting room!!! Lo positivo de todo esto es que mi actitud es inmejorable. Conversamos sobre la razón que nos trajo aquí y prendemos veladoras -Bueno, no todos lo hacen, de hecho mis interlocutores no entenderían lo de “Prender una veladora”, sobre todo los ingleses y norteamericanos no católicos… De ninguna manera pienso que sea vano el intento, tras recorrer miles de Kilómetros, de proponerse como pista de aterrizaje; siempre y cuando el fuselaje tenga el tonelaje necesario para hundirse en el pavimento… Vamos a buscar a uno de los principales arquitectos del siglo XXI.

La democracia de Twitter

No es novedad saber que Twitter es uno de los polvorines sociales de internet. Una noticia se esparce como llamarada; en segundos pasa de cuenta en cuenta tersgiversándose y enriqueciéndose.

Esto estuvo de moda hace algunos meses cuando las elecciones en Irán. Los que vivimos fuera de Irán pudimos enterarnos de la situación específicamente  a través de los twitteros iraníes, quienes arriesgaron el pellejo para notificar al mundo lo que el regmien de Ahmadineyad hacía, que no se dilató en buscarlos para rastrear-bloquear-callarlos. Recuerdo que por aquel entonces todos los que quisieran apoyar al movimiento en Irán cambiaron su IP por una de ese país a través de un proxy, para confundir  al servicio secreto iraní.

Nuevamente vimos a Twitter como elemento crucial en la difusión y fortalecimiento a nivel internacional de los eventos sucedidos en los últimos días en Egipto. Alegoría de esto es la imagen que me encontré por allí. La democracia de Twitter se impuso una vez más.

La democracia de Twitter en Egipto
La democracia de Twitter en Egipto

 

La Trinidad y la Santa Sociedad

Es curioso, sin embargo, que después de una educación laica, atea y antirreligiosa, mi sociedad número tres sea la que aparente ser la Santa Sociedad.

Es definitivo que actualmente gozo de una posición muy privilegiada en cuanto a desarrollo profesional se refiere, pues hasta ahora, he logrado salirme con la mía y hacer solamente lo que me place. Es interesante que mi actitud hedonista me haya llevado a ser un siconauta de la web y su renovación constante.

En este momento en que vivo mi año número 33 (tengo 32) siento la parte crística más activa que nunca: me gusta dar.

Volviendo al tema de la Santa Sociedad vale la pena aclararlo: mis socios son tres personas a quien la religión no les ha sido ajena: Lazaro Stern es judío no ortodoxo, pero reza con su tefilim todos los días; Alejandro Garza es un tipazo que cita en ocasiones increíbles las escrituras sagradas católicas y Adolfo Medina es una auténtica bala cuando enarbola la moral de Cristo y la transforma en fuerza de Salomón. El que sale de juego aparentemente soy yo: antirreligioso ateísta, pero no olvidemos mis raíces en la imaginación, que en el juego, se fue transformando en fé y en conocimiento de la fuente central de todas las cosas; ahora tal vez yo sea el más religioso de mis tres socios, si se me permite ser soberbio una vez más, aunque que quede establecido que sé que la religiosidad es algo inmensurable y difícil de comparar entre gente devota de la vida, como son mis tres socios: Alex, Adolf aka Arnaldo y Eliassar.

Esta Santa Sociedad será sin duda el canal material para que los sueños de toda la gente que amamos se haga realidad. Un hurra por la fuerza, dos por el power, tres por la prosperidad, cuatro por el amor y cinco por la salud!!!

Club de Industriales del Marriot

Pues si. En la ciudad de México existe un club de industriales en donde se puede reunir la alta alcurnia a tomar decisiones lejos de la chusma y la impertinencia del mundo de los mortales que ganamos menos de 5 ceros al mes.

Hay quienes se mueren por cruzar unas palabras con personajes con mas de 7 ceros en dólares en su cuenta bancaria, como quien en el salón Monterrey hacía unas fuertes crí­ticas al proyecto de mis clientes, que lo defendían con las uñas. En mi caso, que acuso una gran ignorancia, no significó gran cosa, pero si me llamó la atención la seguridad con que se desenvolvía. Me doy cuenta que los ceros en el banco pueden hacer la diferencia entre un comentario soso y poco pertinaz y aquel que es escuchado con la atención que se le dedica a las cosas no renovables.

Asíes. De pronto me encuentro en el club de industriales del hotel Marriot, rodeado de personalidades importantes del ámbito empresarial mexicano, defendiendo un proyecto de internet fundamentado en nuestra filosofía open source.

Es indiscutible que la sensación del éxito es proporcional al agradecimiento que uno ofrece al mundo por la vida que fluye en sus venas. No me cabe la menor duda que todos tenemos grandes posibilidades para transformar al mundo.